lunes, 4 de mayo de 2009

¿Qué haces cuando pierdes a alguien que ni siquiera conocías?



Acabo de perder a alguien a quien apreciaba mucho y a quien esperaba conocer algún día. Han sido tres años de colaboración y conversaciones de messenger sobre trabajo, sobre esto y aquello. No era traductora, pero era una traductora de miedo.

Ayer me enteré por una tercera persona de que murió la semana pasada. No puedo confirmarlo. Mi único contacto con su vida era ella misma. Tengo su facebook, su messenger, su mail. Pero, naturalemente, ella no está ahí para contestar. Así que tengo que creer lo que me dicen, e ignorar las mil preguntas que me asaltan la mente: ¿estaba enferma? Nunca dijo nada. ¿Era feliz? Eso parecía, por su alegría en nuestras conversaciones. Pero tenía problemas, como todos.

Es una situación extraña, puedes conocer a cualquier persona de cualquier parte, pero no es lo que llamamos una relación en el sentido literal. Ni siquiera conocía su cara, ni siquiera le pedí nunca una foto. ¿Para qué? La conocía por su conversación, por su trabajo. Eso me decía más de ella que cualquier foto. No conocía su cara, pero creo que la conocía a ella, al menos un poquito. Pero no tengo un familiar a quien dar el pésame, sólo el grupo de personas que colaborábamos en el proyecto, y que están tan asombradas como yo.

Últimamente, normalmente tras una conversación con ella, pensaba que me gustaría conocerla en persona. Otro continente, un océano de por medio… pero valía la pena. Ahora ya no será posible. La echaré mucho de menos, pero seguirá por ahí de algún modo.

Parece estúpido, ni siquiera la conocía personalmente, nunca hablé con ella ni oí su voz… pero llevo llorando desde que me enteré de su muerte. Sé que la echaré mucho de menos, compartíamos muchas cosas.

Sólo quería dejar aquí esta reflexión, para todos los que establezcáis relaciones en la red, para todos los que sabéis que conocer a alguien en persona ya no es esencial para crear una amistad. Por supuesto, es el siguiente paso, pero... a veces no tienes esa oportunidad.

D.E.P., Ori.

No hay comentarios:

Publicar un comentario